domingo, 6 de mayo de 2012

Una encuesta exhibe a los creyentes

Soy gran creyente en la suerte, y he descubierto que mientras más duro trabajo, más suerte tengo.


Stephen Leacock


Desde Discovery News
Por: Ian O'Neill
Traducción: KC



La noche del 3 de mayo pasado, Jay Leno esbozó una broma en The Tonight Show que, curiosamente, generó pocas risas.


Al comentar sobre los canales comerciales de televisión y la idea de que la gente es más propensa a ser persuadida para comprar basura por la noche, Leno dijo: "He comprado un calendario maya de 2013, me siento como un idiota."


La reacción del público puede ser interpretada de dos maneras - o bien que estaban fatigados por la tontería del "fin del mundo maya" (lo que es de esperarse), o una gran parte del 22 por ciento del público estadounidense que en realidad cree que el mundo se va a acabar durante su vida, asistió al programa de Leno (o la broma no era tan graciosa, lo siento Jay).


De acuerdo con una encuesta internacional llevada a cabo por Ipsos Global Public Affairs en nombre de Reuters News, el 22 por ciento de los estadounidenses creen que van a experimentar una especie de Armagedón durante su vida. Cuando se les preguntó específicamente acerca de la noción estúpida de que un antiguo calendario mesoamericano puede predecir el fin del mundo, el 12 por ciento de los estadounidenses estaba de acuerdo con la afirmación: "el calendario maya, que algunos dicen 'termina' en 2012, marca el fin del mundo".


Pero los estadounidenses están bien, pues no están solos:


Uno de cada diez (10 por ciento) de los encuestados en 21 países están de acuerdo en que "el calendario maya, que algunos dicen 'termina' en 2012, marca el fin del mundo '. 2 por ciento muy de acuerdo, un 8 por ciento algo de acuerdo. La mayoría de los ciudadanos del mundo (90 por ciento), sin embargo, no está de acuerdo con esta interpretación - el 73 por ciento con fuerza, un 16 por ciento en cierta medida. Dos de cada diez (20 por ciento) entrevistados en China están de acuerdo con la afirmación, seguido en la parte superior de la lista global con un 13 por ciento en cada uno de: Turquía, Rusia, México, Corea del Sur y Japón. Sólo el 4 por ciento en Alemania e Indonesia parecen creer la profecía, al igual que el 7 por ciento en Gran Bretaña, Sudáfrica e Italia. - Ipsos


La encuesta fue realizada entre 16,262 adultos en 21 países.


¿Tiene esta encuesta realmente algún tipo de indicio sobre una prosperante subcultura del "día del juicio final"? ¿Acaso la mala película de Roland Emmerich "2012" logró encontrar su camino hacia la psique de la sociedad? ¿Está el fin del mundo realmente muy cerca y sólo un pequeño número de la población ha recibido a una advertencia acerca de este futuro evento atroz?


En realidad, aparte de que la "profecía maya del fin del mundo" está equivocada, si yo tuviera que ir por las ramas, diría que el sondeo de Reuters es sólo reflejo de una proporción "normal" de creyentes del fin del mundo frente al número de escépticos en la sociedad. Y a pesar de lo que parece a parecer un gran número de personas que creen que el mundo terminará durante su vida (o el 21 de diciembre de 2012), en realidad representan una porción similar de personas que pensaban que el mundo se acabaría los previos (y fallidos) "días del juicio final".


Por ejemplo, durante una encuesta de CBS en 1999, tomada por delante del muy publicitado escenario del día del juicio final "Y2K" (año 2000), se informó que el 18 por ciento de los estadounidenses cree que "los principales problemas" que se producen a través de errores de la computadora cuando el año pasó de 1999 a 2000. Una encuesta de Gallup llevada a cabo en anticipación del mismo evento informó que el 20 por ciento de los estadounidenses creían que el cambio de 1999 a 2000 les causaría grandes problemas personales.


Y2K fue un evento específico, basado en un verdadero problema en los sistemas informáticos de todo el mundo. Una vulnerabilidad en la programación de computadoras tenía la culpa y la preocupación creció por las consecuencias de un gran número de sistemas informáticos que se colapsarían al mismo tiempo. Las preocupaciones por el fracaso de las redes de energía, control del tráfico aéreo y los sistemas militares fueron sólo algunos de los eventos secundarios que, de acuerdo con unos pocos agoreros, podría haber causado una catástrofe global.


El fin del mundo maya, sin embargo, está muy exagerado. El ciclo 13 "Baktun" del calendario maya de cuenta larga termina el 21 de diciembre de 2012, y mientras muchos estados centroamericanos están anticipando realizar una gran fiesta para dar la bienvenida en una "nueva era", hay un determinado grupo de personas tratando de hacer dinero fácil, aterrorizando al mundo con sus falsas teorías del fin del mundo, mediante la venta de libros, publicidad web y películas taquilleras sobre el tema.


En palabras de Erik Velásquez, arqueólogo especialista en grabados de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la tendencia general del fin del mundo maya, no es más que "una falacia de mercado".

Lamentablemente, la táctica de tráfico de desinformación y bobadas dirigidas a las masas parece haber funcionado, al menos para el 12 por ciento de la población de los EE.UU. - un número que es notablemente más pequeño que la proporción de estadounidenses que temía por los principales problemas en el año 2000.


El sondeo de Reuters también revela que "las personas con menor educación o bajos niveles de ingreso en los hogares, así como menores de 35 años de edad, son más propensos a creer en un apocalipsis durante su vida o en el 2012, o tiene ansiedad ante la perspectiva."


Aunque se trata de una encuesta interesante, no hay que tomarla demasiado en serio. No representa la caída del pensamiento crítico o una crisis en la sociedad; sólo representa la psicología de los temores del fin del mundo y el rico tapiz de la cultura moderna. Cuando se tiene un antiguo calendario, superstición e innumerables opciones de cómo el universo puede destruir nuestro planeta en un capricho, de seguro habrá algunas personas que comprarán el miedo.


Y este miedo tiene un precio - generalmente $14 dólares por un libro de bolsillo en la librería Barnes & Noble.


Imagen: Luces de colores iluminan las ruinas mayas de Chichén Itzá (Corbis)

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